Como otras construcciones atribuidas a los árabes, son de otro tiempo anterior. Se denominaba, por todo el centro sur peninsular, la coletilla «de los Moros», muy frecuente, y aquí mismo en las Villuercas encontramos: la Herrería, el Cerro, la Cabeza, el Lagar… todos del Moro.
El resto más visible es un cuadrado fuerte de anchísimos muros realizados con hiladas de grandes piedras de cantos rodados. Aunque hay alguna excepción; las hiladas inferiores son de más grueso calibre que las superiores.
De esta circunstancia y la vistosidad de sus brillantes tonos, resultan paneles estéticamente atractivos, sobre todo en el marco del río, el valle, los olivos…